
La tranquilidad de la noche del martes 9 de septiembre de 2025 se quebró abruptamente en Pradera, Valle del Cauca, cuando José Dorien Jiménez, el secretario de Gobierno del municipio, fue asesinado en un ataque sicarial.
El lamentable suceso ocurrió mientras el funcionario disfrutaba del partido de la selección Colombia contra Venezuela en el parque principal, un lugar habitualmente concurrido por la comunidad.
El secretario departía con amigos en un establecimiento comercial, situado a escasos metros de la alcaldía, cuando fue abordado por individuos armados. Estos hombres abrieron fuego directamente contra él, dejando a otra persona herida, quien fue rápidamente trasladada a un centro asistencial para recibir atención médica.

La conmoción se apoderó del parque en ese instante; la comunidad presente, en un acto de solidaridad, auxilió a Jiménez en el lugar del atentado. A pesar de los esfuerzos, las autoridades confirmaron minutos después el triste desenlace: el fallecimiento del secretario en el hospital, a causa de la gravedad de sus heridas.
La noticia se esparció rápidamente, y en redes sociales como X, comenzaron a circular imágenes crudas que mostraban el funcionario y, al parecer, a su asistente, gravemente heridos ante la mirada de decenas de testigos, evidenciando la magnitud del horror vivido.
Las autoridades locales no tardaron en reaccionar, implementando un «plan candado» en la zona para rastrear a los responsables, quienes, según los primeros indicios, huyeron en motocicleta. Como consecuencia directa de este ataque fatal, la Gobernación del Valle del Cauca anunció la convocatoria de un consejo extraordinario de seguridad para las primeras horas del miércoles 10 de septiembre, en un intento por abordar la compleja situación.
Este triste episodio ocurrió justo en vísperas de una importante asamblea organizada por la Unidad de Restitución de Tierras, programada para los días 10 y 11 de septiembre en Pradera. A este encuentro estaban convocados diversos actores nacionales, regionales y locales, así como organizaciones sociales y comunidades étnicas, con el objetivo de avanzar en el derecho a la restitución de tierras en el sur del Valle del Cauca y el Eje Cafetero.
Hasta el momento, no se ha emitido un pronunciamiento oficial sobre los autores materiales o los móviles de este crimen que enluta a la región, y la investigación sigue abierta para esclarecer lo sucedido y reforzar la seguridad.