
Un proyecto de infraestructura crucial para Casanare, la Variante Yopal, que incluye 24.2 kilómetros y la muy necesaria construcción de un puente sobre el rio Cravo Sur de aproximadamente 400 metros de largo, acumula casi 17 años de retraso desde que una acción popular inició en 2006 y una sentencia judicial de 2009 ordenó su construcción.
En la decimocuarta audiencia de verificación de fallos, la frustración ciudadana y judicial fue evidente ante la falta de avances concretos.
La vía ha quedado atrapada en una fase de planeación. Solo se han ejecutado tres contratos, todos sobre estudios de fase uno en 2011, estudios de fase dos en 2018 y una consultoría ambiental. Según los diseños de 2018, el costo total de la obra se estimaba en 800.000 millones de pesos, cifra que hoy se acerca al billón de pesos debido a la inflación.
Esta magnitud financiera fue la razón por la cual la Agencia Nacional de Infraestructura excluyó el tramo de una concesión anterior, es decir la doble calzada Yopal – Aguazul, al considerar que el proyecto «no cerraba financieramente».
Frente a la dificultad de conseguir el monto total, la ingeniera María Avendaño, accionante popular, propuso una ejecución por fases. Una fase inicial prioritaria sería la construcción del puente sobre el río Cravo Sur, de 400 metros, cuya estructura ya está cotizada dentro del presupuesto global. Otra etapa viable sería la adquisición predial, que requiere alrededor de 100.000 millones de pesos.
Durante la audiencia, el juez mostró preocupación por la prolongada dilación, mientras que la Procuraduría Agraria y la Defensoría del Pueblo respaldaron las solicitudes de la accionante. Un dato positivo es que el proyecto ya cuenta con licencia ambiental, otorgada el 6 de agosto de 2025.
La variante es considerada una necesidad urgente. Actualmente, el tráfico pesado de la industria petrolera y otros vehículos atraviesa el casco urbano de Yopal, generando congestión y accidentes frecuentes. Además, el tramo actual entre el kilómetro 1 y 6 presenta alto riesgo geológico, con deslizamientos y la amenaza constante del río Cravo Sur, que en el pasado ha colapsado segmentos de la vía, aislando al norte del departamento.
El juez anunció que emitirá un auto en los próximos días para exigir a las entidades responsables, como Invías, presentar un cronograma detallado con actividades, fechas y presupuesto, buscando destrabar una obra que ya es una deuda histórica con la región.