
El presidente del concejo del municipio de Maní Casanare, Pablo Rodríguez, durante la sesión plenaria del 16 de mayo, expuso una denuncia sobre presuntas irregularidades en el contrato de servicios número 0121, fechado el 6 de marzo de 2024. La denuncia se centra en discrepancias encontradas entre los registros de la logística contratada para la socialización del plan de desarrollo y la ejecución del contrato mencionado.
Rodríguez señaló que, según el plan de desarrollo, se registraron 298 personas en las mesas de participación rurales, mientras que el contrato contemplaba la entrega de 1200 unidades de refrigerios para estas personas, lo que representa una diferencia significativa en términos de cantidad y costos, aproximadamente 800 unidades con un valor cercano a los 9 millones de pesos.
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Además, el presidente del concejo cuestionó la certificación de la contratación de una camioneta utilizada para una reunión en el hotel, valorada en 550,000 pesos día, más impuestos. Al revisar la documentación, Rodríguez encontró inconsistencias en las fechas de vigencia del seguro del vehículo en relación con el inicio del contrato, pues las pólizas fueron adquiridas en el mes de abril y el contrato inició en el mes de marzo.
Como resultado de estas observaciones, Rodríguez ha presentado una denuncia ante la plataforma de la contraloría, utilizando medios digitales para formalizar el proceso.
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Esta acción se suma a una serie de cuestionamientos que han surgido en torno a la administración municipal de Maní en los últimos meses, incluyendo acusaciones sobre la licitación de un contrato para las fiestas de la bandola, pues se denunció por un sector de la comunidad, que, al parecer, la licitación del contrato para desarrollar las fiestas fue publicado tres días después de iniciadas las festividades.
De igual forma, llamó la atención a nivel nacional el hecho de que la personera municipal denunció a través de una tutela, que la administración municipal no quería destinar el presupuesto para pagar los salarios de los funcionarios de esta entidad y no había destinado presupuesto para su funcionamiento, hecho que aún está en investigación.
Otra tutela que perdió el alcalde Ferney Chaparro Perdomo, interpuesta por un concejal, donde solicitó información de carácter público a la alcaldía y allí se la negaron.
¿Que estará pasando en la alcaldía de Maní que va de denuncia en denuncia?, la comunidad Maniceña espera que esto sea un llamado de atención a la administración para que enderece su rumbo, ya que, al parecer, la aprobación del plan de desarrollo también ha tenido serios tropiezos de carácter legal y estructural, y es probable que no se aprobada tal como fue presentada.