Propietarios del proyecto urbanístico La Castellana, en Yopal, denunciaron públicamente el incumplimiento masivo por parte de la urbanizadora que les vendió los predios. Tras casi una década de haber pagado la totalidad de los lotes, los compradores siguen sin servicios públicos, sin poder hacer uso de sus propiedades y sin respuestas de la constructora.
El proyecto, inicialmente promovido por Palmar del Oriente y luego transferido a La Castellana S.A.S., prometía entregar lotes con todos los servicios básicos, como electricidad, aceras y redes de agua. No obstante, desde 2018, cuando se esperaba la culminación del proyecto, los propietarios han quedado en el limbo. A pesar de que algunos lograron obtener las escrituras, denuncian que estas no les sirven de nada, ya que no pueden ni habitar los terrenos ni venderlos, debido a la ausencia de servicios esenciales.
Según los afectados, el problema se agrava porque la urbanizadora La Castellana S.A.S. cerró sus oficinas, dejando a los propietarios sin a quién recurrir. «Nos entregaron actas y escrituras que no nos permiten hacer nada. No hay servicios, los terrenos están cubiertos de maleza y no hay responsables que den la cara», denunció uno de los afectados.
El proceso de escrituración también ha sido cuestionado. Los propietarios afirman que, a pesar de que el proyecto no cumplía con los requisitos legales para ser constituido, la Notaría Segunda de Yopal emitió las escrituras. «Nos cobraron escrituras basadas en montos más altos de lo debido, y cuando recibimos los documentos, las cifras no correspondían», relataron.
La situación afecta a cerca de 1.000 beneficiarios, quienes compraron los lotes de buena fe, confiando en las promesas de una urbanización que parecía bien organizada desde el principio. Muchos de ellos, que venían de otras ciudades, fueron atraídos por las campañas de venta, pero hoy se encuentran con terrenos inútiles y sin la posibilidad de hacer valer sus derechos.
Los propietarios también señalaron la falta de seguimiento por parte de las autoridades locales, lo que permitió que la urbanizadora operara sin cumplir con las normativas. «Nos dijeron que demandáramos, pero no hay a quién. Los dueños desaparecieron y nosotros seguimos aquí, sin poder hacer nada», afirmaron.
A pesar de que algunos proponen que el municipio asuma el proyecto, hasta el momento no ha habido respuestas claras por parte de la Alcaldía ni soluciones a la vista.
Algunos afectados recuerdan que un exconcejal de Yopal, Ronal Wilchez, fue uno de los principales promotores del proyecto, como todos los proyectos que han promocionado concejales de yopal, generando esa confianza en los inversionistas que caen creyendo en la legalidad de los proyectos.
Los propietarios expresaron que no pueden ni siquiera obtener servicios básicos por su cuenta, ya que la infraestructura de La Castellana no está conectada a las redes municipales. La falta de dolientes visibles del proyecto ha hecho que los afectados vean sus inversiones completamente paralizadas.