En la tarde del 28 de mayo, el Grupo Aéreo de Casanare cerró intempestivamente las vías de acceso a sus instalaciones debido a una alerta de sospecha de presencia de explosivos al interior de un vehículo. Este vehículo era propiedad de un funcionario que intentaba ingresar a las instalaciones.
Una de las unidades caninas de servicio a la entrada de la base dio la alerta de presencia de explosivo. Inmediatamente se activó el protocolo de seguridad, según lo informó el Coronel Andrés Rosero, Comandante de esa base de la Fuerza Aérea Colombiana en Yopal. Durante la inspección inicial, el perro entrenado para detectar explosivos se sentó, indicando una posible amenaza.
Se tomaron medidas de seguridad según el procedimiento, incluyendo el cierre de vías y la evacuación del área para garantizar la seguridad de la ciudadanía yopaleña. La respuesta de las unidades antiexplosivos y de la policía fue inmediata, y el proceso completo duró entre 35 a 40 minutos, siguiendo todos los protocolos hasta descartar la presencia de un posible artefacto.
Finalmente, tras una exhaustiva revisión, la unidad de antiexplosivos confirmó que no había ningún artefacto explosivo en el vehículo, y se ordenó el restablecimiento del flujo vehicular sobre la calle 40 de Yopal.
El error del canino pudo presentarse debido al cansancio o estrés del animal, fallas que son muy poco frecuentes en estos animales altamente entrenados para su oficio, pero que inevitablemente se pueden presentar.