
Angie Cuchigay, residente de Yopal y con 27 semanas de embarazo de alto riesgo debido a hipertensión, manifestó su temor por su vida y la de su bebé ante la falta de atención oportuna por parte de la EPS Sanitas.
La gestante recordó casos recientes de mujeres con dificultades de tensión arterial que fallecieron en esta región, lo que incrementó su preocupación.
A pesar de recibir tratamiento médico para controlar su hipertensión crónica, Cuchigay señaló que sus picos de tensión persisten, generando taquicardia. La necesidad de un examen de Holter continuo se volvió apremiante, pero la gestión a través del operador Meer de Sanitas resultó ineficaz, con demoras de hasta dos meses en la posible programación de citas médicas.
La Clínica Casanare, con convenio con Sanitas, afirmó tener la capacidad de realizar el examen, pero la EPS se opuso a autorizar el servicio con este prestador, priorizando al operador con el que tenían convenio económico.
Cuchigay expresó su esperanza de recibir una respuesta prioritaria de Sanitas, dada la disposición de la Clínica Casanare para atenderla y el riesgo que implica la demora para su salud y la de su bebé.
Consideró inaceptable tener que pagar el servicio de manera particular o exponerse a viajar a otro lugar para recibir atención médica urgente. Aunque no había presentado quejas formales ante la Superintendencia u otras entidades, indicó que habían intentado mediar de manera amable con Sanitas.
Finalmente, responsabilizó a Sanitas de lo que pudiera ocurrir con su vida y la de su bebé, dada la existencia de precedentes médicos y la clara necesidad del examen para determinar la causa de sus problemas de tensión.
Cuchigay hizo un llamado a las entidades departamentales a que cumplan con la priorización de la vida de las mujeres gestantes y sus bebés, indicando que esos programas de apoyo deben pasar de la publcidad a la acción. La mujer informó que debió cancelar su régimen contributivo debido a una actualización del SISBEN.