
El Departamento Administrativo de Planeación de Casanare lideró una mesa de trabajo en la vereda Salitrico para abordar el histórico conflicto territorial que afecta a seis veredas ubicadas entre los municipios de Aguazul y Maní.
El encuentro contó con la participación de líderes comunitarios, representantes sociales y funcionarios de la Oficina de Planeación de Aguazul.

Durante la jornada se analizó en detalle la situación de las veredas Salitrico, Altamira, Rincón, Tesoro Bubuy, Agualinda y Piñalito, cuyos habitantes han enfrentado durante años dificultades para acceder a inversión social y servicios públicos debido a la incertidumbre sobre su jurisdicción administrativa. Navija Chaparro, presidente de Asojuntas de Aguazul, destacó la importancia de encontrar una solución definitiva que beneficie a todas las comunidades afectadas.
Alfonso Cárdenas Silva, director de Planeación Departamental, presentó los avances técnicos del proceso y enfatizó la necesidad de contar con información predial precisa. «Hemos revisado documentos y firmas de los ciudadanos involucrados en la solicitud», explicó Cárdenas, añadiendo que el siguiente paso será analizar la carga predial de los habitantes con ambos municipios.
Los participantes valoraron positivamente la disposición institucional para avanzar hacia una solución participativa. Jaime Ortiz, habitante de Tesoro Bubuy, señaló cómo la indefinición territorial ha limitado el desarrollo de estas comunidades: «Las alcaldías no saben dónde invertir los recursos, lo que genera retrasos en proyectos importantes».