
En las redes sociales y entre los ciudadanos de Yopal han proliferado comentarios que apuntan a que un sujeto ha protagonizado repetidos incidentes de exhibiciones obscenas y comportamientos grotescos que pueden ser considerados como agresión sexual, especialmente hacia mujeres y menores.
Se han conocido testimonios de personas que relatan haber sido víctimas de estas conductas, e incluso de parejas sentimentales de mujeres acosadas que han manifestado su deseo de reaccionar violentamente contra el individuo.
La falta de control institucional sobre esta persona no solo deja la puerta abierta a una posible agresión física contra una mujer, sino que también incrementa la posibilidad de una tragedia mayor, como la reacción violenta de un ciudadano que decida tomar la justicia por mano propia y cause lesiones o la muerte al presunto agresor.
Existe un antecedente alarmante y similar, relacionado con un vendedor de limones con características parecidas.
El pasado 24 de septiembre de 2024, un intento de sicariato expuso la vida de decenas de estudiantes en el Colegio Jorge Eliécer Gaitán en la calle 19 con carrera 15, un punto sensible a pocas cuadras de la Alcaldía Municipal, y desveló la sombría realidad de este individuo que, aunque supuestamente señalado por graves conductas, sigue circulando libremente.
El atacado vendedor de limones cuya imprudencia, al esconderse en una institución educativa en horas cercanas a la salida, generó un pánico mayúsculo y puso en riesgo la integridad de los menores y el personal docente. Pues según testigos, los agresores ingresaron armados al plantel educativo buscando a este sujeto.
A pesar de la gravedad y la cantidad de reportes verbales que se han difundido, la realidad es descorazonadora: no existe una denuncia formal registrada ante la Fiscalía en contra del vendedor de limones por sus presuntas conductas de acoso o violencia.
Esta ausencia de denuncias concretas obstaculiza cualquier posibilidad de judicialización y permite que este individuo, catalogado como un riesgo para la sociedad, continúe en las calles.
La importancia de la denuncia en este caso, radica en que cada una de ellas genera un antecedente, la acumulación de este registro le permitiría a un juez, poner a buen recaudo a personas como esta que es un evidente peligro para la comunidad.
Representantes de la institucionalidad han reconocido que el trámite de denuncia suele ser engorroso y que muchos ciudadanos sienten que no hay celeridad o una ruta efectiva para interponerla. La Fiscalía, a pesar de los pedidos de priorización, enfrenta un gran cúmulo procesal. No obstante, las autoridades insisten en que la denuncia es el insumo más importante para que la justicia pueda actuar.