Una familia residente en Trinidad, Casanare, protagonizó una historia que, aunque motivada por buenas intenciones, concluyó con complicaciones para la vida silvestre. Hace cinco meses, don Julio, habitante del municipio, encontró un cachorro de puma en los alrededores de su finca y decidió llevarlo a casa. La familia lo alimentó y cuidó, generando un vínculo afectivo que, sin saberlo, contribuyó a la humanización del felino.
Con el tiempo, el puma mostró un crecimiento acelerado y rasgos más agresivos. Ante esta situación, la familia contactó a Corporinoquia, la autoridad ambiental regional, que trasladó al animal al Hogar de Paso de Fauna Silvestre. Sin embargo, expertos señalaron que debido a su humanización, el puma difícilmente podrá reinsertarse en su hábitat natural. Al buscar contacto con humanos, correría el riesgo de ser cazado o asesinado.
El puma juega un papel crucial como regulador de poblaciones de mamíferos, contribuyendo a la biodiversidad y la salud de los ecosistemas. Además, ayuda a prevenir la propagación de enfermedades y promueve el equilibrio en bosques y sabanas.
Corporinoquia instó a la ciudadanía a no intervenir con especies de fauna silvestre avistadas cerca de sus propiedades. Recomendaron contactar a las autoridades ambientales para garantizar su rescate y preservación en su entorno natural.