Una microempresaria de Yopal fue víctima del hurto de 100 sillas plásticas contratadas para un evento, avaluadas en 10 millones de pesos. Posteriormente, las mismas sillas fueron revendidas a otro comerciante por tan solo 2 millones de pesos, mediante un elaborado esquema de estafa telefónica que involucró a un transportador que actuó de manera incauta.
El hecho inició cuando la empresaria fue contactada por un supuesto cliente que se identificó como ingeniero, quien solicitó el alquiler de las sillas para un evento el 26 de noviembre. Con la excusa de que el evento cambiaría de ubicación, el estafador coordinó el transporte de las sillas desde el sitio inicial hacia otro punto de la ciudad.
El transportador, contratado telefónicamente, llevó las sillas al barrio San Mateo y, más tarde, al barrio 7 de Agosto, donde otro implicado, quien afirmó haberlas adquirido en redes sociales, recibió el mobiliario. Este último presentó un comprobante de pago de 2 millones de pesos enviado a través de un punto de giros al departamento del Quindío.
El conductor del vehículo implicado, al ver su nombre involucrado en publicaciones en redes sociales, contactó voluntariamente a la empresaria para detallar los hechos. Según explicó, fue contratado exclusivamente para transportar las sillas, desconociendo que se trataba de un delito.
El comprador de las sillas aseguró haberlas adquirido legítimamente en redes sociales. Tras el giro del dinero, entregó el mobiliario en su vivienda, momento en el que se dio cuenta de la irregularidad.
La empresaria y el comprador interpusieron denuncias ante la Fiscalía. Por su parte, las autoridades están investigando el caso, rastreando los números telefónicos utilizados y la transacción realizada a través de la red de giros, para identificar a los responsables detrás de esta nueva modalidad de estafa.