
Desde el corazón del Piedemonte llanero, una región vital para el suministro energético de Colombia, Ecopetrol despliega esfuerzos significativos para mantener activa la producción de gas natural, un recurso estratégico para el país. Es que, hoy por hoy, esta zona aporta más de 400 millones de pies cúbicos diarios, lo que representa el 51% del gas y el 56% del GLP que consume la nación.
Sin embargo, el desafío es considerable, pues campos emblemáticos como Cusiana y Cupiagua, con más de dos décadas y media de operación, ya muestran una fase natural de declinación en su producción.
Para contrarrestar esta tendencia y asegurar el suministro futuro, Ecopetrol está concentrando una parte importante de su inversión en la exploración y el desarrollo de nuevos pozos. La gerente general de producción de gas de la compañía explicó que la inversión busca precisamente disminuir esa declinación y tratar de conservar los volúmenes lo máximo posible.
La esperanza, sin duda, recae en los resultados de la actividad exploratoria.
Un punto focal de esta estrategia es la perforación del pozo exploratorio Floreña N18, ubicado en lo que han denominado Floreña Sur.
Este pozo es ambicioso; busca yacimientos significativos de gas e hidrocarburos a profundidades considerables, cerca de 6 kilómetros. Para esta tarea, Ecopetrol ha tenido que traer un taladro de alta potencia, uno de los más robustos del país, capaz de superar los retos geológicos de la zona, incluyendo la perforación de roca dura a gran profundidad. La inversión en este pozo se estima en unos 90 millones de dólares. La perforación, que comenzó en junio del año pasado, se espera que concluya en octubre de este año, y los resultados finales se conocerían hacia el primer trimestre de 2025.
Aun tratándose de exploración cercana a campos ya conocidos, el pozo Floreña N18 representa un riesgo inherente a la actividad exploratoria, con una probabilidad de éxito geológico del 37%.
Más allá de Floreña N18, Ecopetrol tiene la mira puesta en otras promisorias áreas del Piedemonte. En la zona, se están revisando cerca de 11 prospectos exploratorios en total. Entre ellos se mencionan Resetor Norte, Odisea en Tauramena y un bloque más al sur conocido como Farallones.
También se contempla la exploración en el pozo Gibraltar Profundo. Esta intensa búsqueda en nuevas fronteras es crucial para mantener la provincia del Piedemonte como pilar del suministro de gas mientras se concreta la llegada del gas costa afuera.
Adicionalmente a la exploración, la compañía continúa con la perforación de pozos de desarrollo. Actualmente, se están desarrollando cuatro pozos en el área de Pauto/Floreña y dos pozos en Cupiagua.
En Cusiana, aunque no hay un proyecto económicamente viable en firme por ahora, se está evaluando la posibilidad de un pozo. Estas inversiones buscan cubrir la caída normal que tiene cualquier campo con el tiempo, es decir, contrarrestar la declinación con nueva producción.
Señalaron que cerca del 93% de la mano de obra utilizada en sus operaciones proviene del departamento.
Con una relación reservas-producción a nivel nacional que se sitúa en algo más de 6 años, el esfuerzo en el Piedemonte es clave para sostener el suministro doméstico mientras las grandes apuestas exploratorias y de desarrollo maduran. La continuidad operativa y la búsqueda incansable de nuevos yacimientos en esta fértil provincia son vitales para la seguridad energética de Colombia en los próximos años.
