
Luego de la caída en el Congreso de la reforma tributaria, propuesta por el gobierno Petro, la Contraloría General de la República expresó preocupación por la baja ejecución presupuestal y el bajo recaudo tributario durante 2024, enfatizando la necesidad de ajustes fiscales significativos para cerrar la vigencia de este año. A noviembre, se han recaudado $369,74 billones, de los cuales $227,41 billones corresponden a impuestos, muy por debajo de la meta anual de $315,86 billones. Este desempeño representa una caída nominal del 9,3% respecto al mismo período en 2023, afectado principalmente por una reducción del 18% en el impuesto de renta y una baja de $2,29 billones en impuestos externos.
La ejecución del Presupuesto General de la Nación, que apenas alcanzó el 71,1%, es la más baja de los últimos cinco años. En inversión, de los $100,06 billones asignados, solo se ejecutaron $44,83 billones. Este rezago podría dejar sin utilizar $96,87 billones, una cifra alarmante que limita el impacto de los programas planeados. Además, las reservas presupuestales no ejecutadas podrían llegar a $33,61 billones.
Ante este panorama, la Contraloría instó al Gobierno Nacional a acelerar la ejecución de los recursos, especialmente en inversión, y garantizar el uso eficiente y transparente de mecanismos como las fiducias. Hasta ahora, $24 billones han sido dirigidos a patrimonios autónomos, lo que exige supervisión rigurosa para cumplir con los objetivos públicos.
Finalmente, el organismo recomendó optimizar estrategias de recaudo tributario para mitigar presiones de liquidez y evitar una mayor dependencia del crédito. La Contraloría también llamó a reflexionar sobre el modelo de ejecución presupuestal para asegurar que los recursos asignados se traduzcan en beneficios concretos para la ciudadanía.