Luis Carlos Betancourt, un menor de 17 años de nacionalidad venezolana, fue liberado por el Ejército de Liberación Nacional (ELN) en el departamento de Arauca, luego de permanecer retenido desde el pasado 15 de enero.
Según un comunicado emitido por el ELN, el joven fue interceptado en la vía San Salvador – Hato Corozal, cuando acompañaba a Wilfredo Lora Lara, un reconocido prestamista informal o «gota a gota» de Paz de Ariporo.
Wilfredo Lora fue asesinado en un ataque armado en circunstancias aún investigadas. Su cuerpo fue hallado en la misma vía que conecta a Puerto San Salvador con Hato Corozal. De acuerdo con el ELN, Lora era señalado de pertenecer a una célula de las disidencias de las FARC que operan en la región, lo que motivó el ataque.
La liberación de Luis Carlos Betancourt fue gestionada por una comisión humanitaria conformada por la Iglesia Católica y la Defensoría del Pueblo, quienes garantizaron que el joven regresara con su familia.
El caso de Betancourt y Lora pone en evidencia la compleja situación de seguridad en la región, donde diferentes grupos armados mantienen disputas territoriales. La adjudicación del asesinato de Lora por parte del ELN ha generado nuevas interrogantes sobre las dinámicas del conflicto en esta área fronteriza.
Este suceso, pone en evidencia el reclutamiento y la instrumentalizacion de menores de edad por parte de estos grupos armados ilegales, que los utilizan como «carne de cañon» en sus operaciones delictivas.
Las autoridades avanzan en la investigación para esclarecer los hechos que llevaron al asesinato de Wilfredo Lora y la retención de Betancourt. Asimismo, buscan confirmar la veracidad de los señalamientos hechos por el ELN en su comunicado.