
A partir del 31 de enero, Laura Sarabia dejará oficialmente su cargo como directora del Departamento Administrativo de la Presidencia (Dapre) para asumir la Cancillería en reemplazo de Luis Gilberto Murillo. Con esta decisión, Sarabia se convertirá en la ministra de Relaciones Exteriores más joven de la historia moderna de Colombia, con apenas 30 años.
La llegada de Sarabia al Ministerio de Relaciones Exteriores y el nombramiento del vicecanciller Jorge Rojas como director del Dapre un politico de ultraizquierda que siempre ha acompañado el circulo cercano de Gustavo Petro.
Según fuentes del alto gobierno, estos cambios buscan resolver conflictos internos y mejorar la dinámica de trabajo con sectores políticos del Pacto Histórico, descontentos con la gestión de Sarabia en su anterior cargo.

Sarabia asume la Cancillería en medio de cuestionamientos sobre su experiencia diplomática, limitada a acompañar al presidente en viajes internacionales. La funcionaria tendrá que enfrentar grandes desafíos, como la relación con el segundo gobierno de Donald Trump, la política hacia Venezuela y la creciente influencia de China en la región.
La futura canciller llega con la tarea de recomponer las relaciones con la carrera diplomática y asumir los retos de una política exterior pragmática. Entre sus prioridades están:
- Gestionar la relación con Estados Unidos, marcada por temas sensibles como la lucha contra la inmigración ilegal y el narcotráfico.
- Mantener un enfoque pragmático hacia el régimen de Nicolás Maduro, balanceando intereses bilaterales en la frontera.
- Definir reemplazos para embajadores que han renunciado recientemente, como Roy Barreras (Reino Unido) y Guillermo Rivera (Brasil).
Luis Gilberto Murillo, quien deja la Cancillería para explorar una candidatura presidencial de la Centroizquierda en 2026, será sucedido por Sarabia en un momento de incertidumbre. Murillo contaba con una sólida trayectoria diplomática, lo que contrasta con el perfil de su sucesora.
Por otro lado, Jorge Rojas asume el Dapre con el reto de mejorar la relación entre el presidente y su gabinete, en medio de críticas por la falta de acceso al mandatario y una marcada división interna; su elección se dá como afrenda de paz del Presidente hacia el Pacto Histórico, com miras a la proximas contiendas electorales.
Además del cambio en la Cancillería, se anunció la salida de otros ministros como Mauricio Lizcano (TIC) y María Constanza García (Transporte), en un remezón ministerial que podría incluir más ajustes antes del 1 de febrero.
Estos movimientos reflejan una reorganización estratégica en el gobierno de Petro, que busca consolidar su agenda política y mejorar su gobernabilidad frente a los retos del segundo año de mandato.

